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Hostalric, capital del vizcondado de Cabrera



Hostalric, el gobierno de un territorio medieval

 

El vizcondado de Cabrera era un señorío feudal de gran importancia que formaba parte de los territorios de la Corona catalano-aragonesa. Se extendía desde las boscosas montañas del Montseny, Les Guilleries y el Collsacabra hasta el mar Mediterráneo, con su centro situado en la actual comarca de la Selva. 

 

 

El territorio del vizcondado se regía por formas de gobierno propias, centralizadas en la villa amurallada de Hostalric. El contexto geoestratégico de la población favoreció de un modo muy significativo su auge como capital del vizcondado. Hostalric empezó a singularizarse a partir del siglo XIII y, durante la siguiente centuria, consolidó y aumentó su posición preeminente como capital del vizcondado. La población centralizó gran parte de la alta administración y acogió el principal tribunal judicial del territorio de los Cabrera. En este sentido, resulta clave la figura de los agentes de poder al servicio de los vizcondes, que hacían efectiva la gobernabilidad del territorio. Por ejemplo, destacó en este ámbito la figura de Pere de Santantoni, que fue notario público de Hostalric, juez ordinario y procurador general de todo el vizcondado en el siglo XIV.

Con el objectivo de poner en valor el patrimonio material e immaterial del Vizcondado de Cabrera, el Consell Comarcal de la Selva ha creado el producto turístico cultural La Ruta dels CabreraSe estructura en 4 rutas temáticas (la miliar, la administrativa, la religiosa y la comercial), siendo Hostalric protagonista principal de la ruta administrativa. Os proponemos un tour virtual para conocer el legado patrimonial del Vizcondado.

Muralla medieval

Hostalric se menciona en la documentación, en el 1106, como Ostalrico o Quota. No obstante, se desconoce si en aquella época la población ya disponía de muralla. En la siguiente centuria, el rey Jaime I el Conquistador otorgó al vizconde Guerau V de Cabrera la licencia para celebrar mercado en Hostalric, y entre los años 1242 y 1243 la ciudad obtuvo la carta de población. Por lo tanto, la estructura defensiva que todavía se aprecia hoy en día muy probablemente tiene su origen entre los siglos XIII y XIV. Se conservan seiscientos metros lineales de muralla fortificadas con ocho torres (una de ellas, la llamada torre de los Cabrera), además de la puerta de las Huertas (la única de la muralla conservada en su estado original), la puerta de Barcelona (reconstruida) y, extramuros, la Torre dels Fares y la Torre del Convent.

 

Torre de los Frailes

La torre dels Frares recibe su nombre de los frailes de la orden de los mínimos de san Francisco de Paula, que habitaron en el pasado las dependencias del convento, hoy en día sede del Ayuntamiento. La torre se construyó en el siglo XIII y, con sus treinta y tres metros de altura, constituye el elemento defensivo más alto del pueblo de Hostalric.

 

El castillo

Se tiene constancia de que, en el año 1145, ya existía un castillo en lo alto de la colina de Hostalric vinculado, desde sus inicios, al linaje de los vizcondes de Cabrera. El castillo se elevaba en el tramo central del camino real entre Barcelona y Girona, por lo que era de gran valor estratégico. A partir del siglo XVII, y especialmente durante el siglo XVIII, el antiguo castillo medieval se vio completamente alterado por las grandes reformas arquitectónicas llevadas a cabo para adaptarlo al potente desarrollo de la artillería de pólvora. Por ello, en la actualidad solo permanecen visibles unos cuantos vestigios del castillo medieval, como las fachadas septentrional y meridional del edificio principal, una cisterna de la época, en su interior, así como otros elementos arquitectónicos menores.

 

Cueva del Relliguer

La cueva del Relliguer es una galería subterránea excavada en la arenisca de la falda del castillo. Su entrada se encuentra en el recinto medieval, en un sector muy cercano a uno de los accesos más importantes de Hostalric (la puerta de Barcelona) y al camino fortificado de origen medieval que conecta la población con la fortaleza (antiguo castillo). Se trata de un hipogeo de veintiséis metros de recorrido descendente que conduce a una pequeña sala situada a seis metros de profundidad. Podría tratarse de un hipogeo utilizado como refugio y escondite en épocas de peligro o de una galería vinculada a la fortificación de la colina.